Una nave industrial es el espacio de resguardo para los bienes de una empresa, lo que puede incluir vehículos, almacenes, maquinaria, áreas de producción e incluso oficinas. Estas construcciones pueden tener un diseño acorde con las necesidades de una industria en específico u ofrecerse como espacios de renta con características preestablecidas, siempre que se respeten las normativas de seguridad y protección civil vigentes.
En función de los requerimientos de la industria, existen tres tipos de naves industriales que son los más utilizados.
Edificios industriales Clase A
Las naves industriales dentro de esta clasificación son aquellas que presentan los más altos estándares de evaluación, de acuerdo con la Asociación de Desarrollo Comercial Inmobiliario (NAIOP, por sus siglas en inglés).
Esta estructura de nave industrial representa más del 50% de las construcciones del mercado inmobiliario industrial.
El diseño de naves industriales en este caso está pensado para albergar compañías trasnacionales con altos volúmenes de almacenamiento, manufactura, producción o cadenas de suministro.
Por ello, suelen desarrollarse sobre una huella de construcción mayor a los 2,500 m², con el objetivo de que tengan la capacidad para albergar a más de un usuario.
Cuentan con rampas niveladoras con una capacidad que va desde las 30,000 lbs y con por lo menos 30 m lineales como capacidad para maniobrar. Además, consideran un estacionamiento por cada 4,000 m² de almacén y un espacio por cada 40 m² de oficina, además de que pueden estar ubicados dentro de un parque industrial con servicios e infraestructura.
Edificios industriales Clase B
De acuerdo con la NAIOP, representan al menos un 40% del mercado industrial y se caracterizan por tener una calidad de construcción menor que los edificios de clase A.
La estructura de nave industrial en este caso, se erige sobre una huella de construcción desde los 1,500 m² y posee capacidad para albergar a uno o más usuarios.
Generalmente, en este tipo de espacios se asientan compañías nacionales, con precios de salida cotizados mayormente en pesos mexicanos y con la característica de asentarse en espacios industriales con ciertas limitantes en cuanto a infraestructura.
Con frecuencia, los edificios de Clase B suelen estar ubicados en las regiones del centro y el Bajío y en menor medida en el norte del país.
En este caso se utilizan rampas niveladoras con una capacidad que inicia en 25,000 lbs y 20 m lineales para maniobras. Un espacio de estacionamiento por cada 6,000 m² de almacén y uno por cada 80 m² de oficina.
Edificios industriales Clase C
Su característica distintiva es que no presentan estándares de construcción específicos, por lo que pueden tener características poco comunes en cuanto al diseño de naves industriales, además de que pueden tener oficinas.
Estos edificios se erigen sobre una huella de construcción desde 500 m² y cuentan con capacidad para albergar a un solo inquilino. No cuentan con rampa niveladora y consideran desde un estacionamiento para la totalidad del edificio.
A diferencia de los otros tipos de naves industriales, estos son edificios que se emplean en procesos de manufactura pesada, almacenamiento de mercancías de valor medio o bajo, procesos contaminantes o de manufactura no especializada.
También es frecuente que estos edificios se localicen en zonas industriales viejas o que en principio no estaban destinadas para este uso. Este tipo de edificaciones es cada vez menos común dentro de los principales mercados industriales, pero tiene mayor presencia en mercados con enfoque regional.
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